El mexicano José Ernesto Medellín, condenado en Texas y cuya ejecución está programada para el próximo 5 de agosto, dio a conocer a las autoridades sus últimos deseos antes de morir.
A ocho días de su probable ejecución, Medellín dispuso que ningún miembro de su familia acuda a atestiguar el acto en el que se le inyectará una dosis letal de drogas para causarle la muerte en cuestión de minutos. invitó en cambio como testigos de su ejecución sólo a un amigo y a sus tres abogados defensores.
Medellín, originario de Nuevo Laredo, en el estado mexicano de Tamaulipas, fue sentenciado a la pena máxima por participar junto con otros cinco en la violación y asesinato de Elizabeth Peña y Jennifer Ertman, de 16 y 14 años, el 24 de junio de 1993 en Houston.
madres un mexicano y otros mas esperan su muerte en el cochino pais del norte.....
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si no queria que lo condenaran amuerte no hubiese participado en la violacion y el asecinato de las dos chicas, las mataron no merecen nada mejor.
ok, lo que hizo ese cabrón estuvo mal. Pero USA sigue siendo la reverenda mierda de siempre
Como sea, es tragico pensar en un tipo que va a morir, cualquiera que haya sido su crimen.
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No lo justifico, pero la pena de muerte es dura, cruel y muy cuestionable. Los gringos y los texanos en particular dirán lo que quieran, pero se trata de un asesinato, no más.
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