El movimiento sensual de tu cuerpo estremece mis sentidos, yo no soy nadie y mi voz no está autorizada ni certificada para decirlo pero a todas luces eres una Ninfa de algún bosque perdido.
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Es la noche. El templo de Atenea Bélica relumbra y la plaza principal se llena de gente, abajo, al fondo del valle los pudientes se desviven por alcanzar un lugar en el Anfiteatro y disfrutar de las magnas peripecias de Odiseo en su afán por regresar a Ítaca. Acá en el jardín yo te deseo.
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Comienza la música y poco a poco -ayudado y animado por un poco de Retsina- me ambiento y te veo, te admiro y te deseo desde la inconciencia. Mi espíritu enamorado choca en la penumbra con tu sed y tu resplandor enmascarado. Cuando la lluvía cae, la tormenta me lanza un rayo de lucidez, un estado de confianza que me hará verte en realidad, fertil, fragil, ninfa.
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Refugiados bajo el acueducto te veo bailar junto a las demás. Los tambores y las flautas suenan en mi alma y brincas recogiendo tu atuendo y mostrando tus piernas. El agua viene y va y los que estamos ahí observando quedamos empapados... cruzamos palabras de vez en cuando, pero sobresale tu brillo, eres una ninfa bailando con ninfas, los presentes son los árboles del bosque de Zeus, la lluvía es su energía acogedora, el acueducto es el camino al Olimpo y yo soy el soldado que perdido en la batalla ha llegado, por error, por equivocacíon o lo que sea a verte a ti.
domingo, 17 de agosto de 2008
Ninfa
Maniáticamente escrito por Pachanga a las 18:49
Etiquetas: Callejoneada en Zacatecas, Letras Maníaticas, Ninfa, Pachanga's Tales, PajOn, Rose Marie está bien guapa
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ya me dieron ganas de escribir una novela... saludos
seguire con lo que pienso escribir uhm si!
saludos
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